martes, 3 de marzo de 2009

Un círculo que se repite

Desde hace más de un año que nos conocemos, sin embargo, poco sabemos uno del otro. Sólo nos vemos ocasionalmente, por así decirlo, para encendernos en el fuego de la pasión y la lujuria. Nada nos ata, no hay promesas vanas, no tenemos un compromiso, e incluso, ni siquiera intentamos mentirnos: eternos amantes. Si, me aleje un tiempo -bastante, a mi criterio- con la promesa de anularme y nunca más aparecer, porque me enteré que estabas con alguien y no quería intervenir. Así pasaron meses sin saber de ti, hasta pensé jamás volver a verte. Un buen día -inesperado- llegó un mensaje de extraño número conocido que decía:"Años sin cruzarte, ¿cómo te trata el 2009?, ¿ya arreglaste tus problemas sentimentales?". ¡Oh, una sorpresa!, ni buena ni mala, pero era una señal del destino: el círculo no se cierra. Retome el contacto y poco a poco comencé a confiar como en los viejos tiempos. Cuando volví a Tuculandia "city" empezó todo nuevamente: mensajes, charlas con tono elevado, en fin...todo. Tratamos de detener los impulsos de querer estar juntos, pero la pasión a veces supera al amor (soy una convencida). Y...el círculo se repite y los amantes se ven, se besan y miman otra vez, después de mucho tiempo (casi un año) y hasta se necesitan (rara relación). Desde un principio acepte las reglas del juego, pero en realidad nunca fui sincera conmigo misma ni con él, porque siempre quise que ese hombre que me contenía de vez cuando, me contenga todas las noches, pero como se dice por allí: "No podemos obligar a que nos quieran".
Según la revista Cosmopolitan de el 90% de las relaciones que comienzan "light" sólo el 10% terminan en noviazgo o casamiento, es por eso que sólo espero que nuestro círculo se cierre, pero de la mejor manera, claro. Si seguiremos siendo amantes no lo se, sólo el destino y nosotros podemos cambiar este círculo que se repite.

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