viernes, 26 de diciembre de 2008

Reinvindicación Masculina

El destino o -mejor dicho, los tejes y manejes de Celestina (mi amiga)- hicieron que yo a él le conociera. Al principio me mostraba lejana, esquiva y un tanto desconfiada, poco a poco él se abrio a mí y comence a confiar: a ser yo (porque de eso se trata). Pronto descubrí que detrás de ese hombre fibroso se esconde un ser vulnerable, romántico y muy cariñoso: ¡alguien parecido a mí! La noche avanzaba, los minutos bandidos la acortaban aún más con sus: "tic, toc, tic" apresurados y sin fin. Admiré su empeño en querer enseñarme a jugar ajedrez, pero mis "no entiendo" eran a cada rato, "juguemos al chinchón, te voy eliminar, seguro". No, me equivocaba, ganó igual "suerte de principiante", aseguré. Hasta eso el reloj marcaba las 3.45...nosotros aún molestando con música melosa que me sugirió -en reiteradas oportunidades- una cortadura de venas con muerte asegurada o un llanto profundo al mejor estilo llorona de velorio, pero no podía hacer papelones (aunque mis ojitos se mojaron, no te niego). No, definitivamente no iba dejar que duerma solo, lo necesitaba y, creo que él deseaba que me quede con él. Sí, su cara lo delataba aunque intentara decime lo contrario: "no quiero compañia". Besos dulces y tiernos me ofreció, a cambio le di abrazos y muchas caricias. Dos almas iguales en conexión -eso sentí- y lloré, porque por primera vez en mi corta vida me liberé de la basura que guardaba en el corazón. No hicimos el amor, pero tampoco fue sexo, no encuentro la palabra perfecta para describir qué fue. No importa, lo importante es que pasó.

martes, 2 de diciembre de 2008

Mis Moustritos

Cuando terminé la facultad juré no ser docente, pero el destino me jugó una mala pasada, ¿y a qué no saben? Si, soy prosora -dirían mis alumnitos-. Temerosa llegué a ese curso de apenas 16 chiquillos, de edades diversas, de historias diferentes. Según el comentario de una profesora: "El más indisciplinado de todos. Hermana, te deseo suerte con esos chicos", dijo con tono preocupado. Complicados nenes, en reiteradas oportunidades trataba de hablarles -pienso que la gente de esa manera se entiende, y no amonestando o humillando- y no, su actitud no cambiaba. Uno tiraba papeles, mientras otros se pegaban: una entropía. Mis gritos se escuchaban -aún se escuchan- hasta la rectoría, los "Madrid no haga eso", eran continuos, mas no hablar de la cantidad de "Illanes no me gusta que me esté abrazando, detesto", como olvidar a don Molina, Roberto o el señor Grassi, que al principio era callado y tímido, luego se me contagio de los demás. Las señoritas que se pasaban los papelitos tipo "¿querés ir al cine?" y Solange, una personita que vivía con dolores diferentes en todo el cuerpo, el habitual era la cabeza. Pensé renunciar cuando una vez caminando por la Salta entre Corrientes y Marcos Paz, simularon ser ladrones que se robaban mi cartera, -los quise matar a todos- pero no iba darles el gusto de dejarlos, adoro los desafíos. No hubo una clase en la que no molestaran, se gastaran o quisieran disuadirme de no dar clases o, tal vez, salir temprano a lo que, en general, respondía: "Anahí no van a salir". Siempre terminaba cansada de tanto intentar mantener su atención en mí, en lo que decía -difícil tarea-. Mis cabellos simulaban las serpientes de Medusa: se enroscaban solas y, mis ojos fulminaban si veía alguno, ya los convertía en piedra. Pero, también, me dieron alegrías, Biscardi con su ortografía impecable, Abraham con su compromiso y ganas de aprender, Julián con un saber adquirido sorprendente, sin haber estudiado - según él-. Después de todo eso hoy puedo decir que me he encariñado de esos locuaces alumnos míos. Y les agradezco, porque he aprendido mucho de ustedes, confirme mi teoría: las personas responden al cariño, la comunicación y comprensión, pero con un condimento importante, la exigencia. Ojala tengan suerte, piensen que esto es transitorio (el secundario y la adolescencia), luego vienen las decisiones que determinarán sus vidas. Estudien y traten de ser felices.

A quienes no he nombrado les pido disculpas, lo importante es que en mi memoria y corazón están todos, lo demás puro cuento.

martes, 18 de noviembre de 2008

La estupida

Nuevamente él te ha defraudado, -ya lo esperabas, pero no tan pronto-. El desasiego, la angustia e incertidumbre invaden mi corazón y, me parece recordar la tan famosa novela "Crónica de una muere anunciada", de García Máquez, sólo que en está historia no muere nadie más que el amor, mi amor: la capacidad de amar. He caído vencida ante los brazos de aquel, que con convicción me decía: "Te quiero, me haces muy feliz", ahora entiendo que el querer no es suficiente...¡Oh, qué estupida!, el amor es tan lindo y tan feo a la vez, te entristece y te hace feliz: todo a la vez. Hoy estoy apesadumbrada, pero ayer fui dichosa. ¡Oh, qué estupida!

jueves, 6 de noviembre de 2008

Mi amigo de intercambio

Ayer estaba dominada por la tristeza, pero algo pasó. "Tin, tin, ting", suena el telefóno. ¿Quién será?, atiendo, ¡oh, qué sorpresa!Es Juanma, mi mejor amigo, que está en Alemania. Mi corazón da un salto ante el: "Hola gor, soy yo, el lechón". Una alegría inmensa me invade, no podemos dejar de hablar del calor tucumano y del frío alemán que poco soporta, dada su costumbre al calor. "Gor, hace mucho frío, no sabes lo que desearía que haga calor. Sólo me dedico a comer". La distancia no ha cambiado nuestra relación de amistad, es más la fortaleció, conversamos con normalidad de los chiquitos (mis alumnos), -que no soporto-, de los lindos lugares y los pocos días que nos separan para vernos, ¡sólo 60 días! Se te extraña mucho, amigo.

miércoles, 22 de octubre de 2008

¿Quién te crees que eres?

Tú, si tú ¿quién te crees que eres? Vienes y te vas sin responder mis preguntas. Con 21 años (recién cumplidos), ya te crees un hombre valiente, con tarjetita (el carnet) que comprueba tu mayoría de edad, pero no puedes decidirte a madurar. Fantasmas atormentan tu vida... y sí, nada ha sido fácil para ti. Recurres a pocos recursos -los que puedes- con el afán de conquistarme, poco has hecho para seducirme y, sin embargo, estas en mi mente y corazón. Sí, quieres seducirme sin hacer nada, simplemente te sientas a esperar que las monedas caigan de arriba. ¡Mientes, mientes!, prometes cosas que nuncas vas a cumplir. Tus "te quieros y te necesito" se desdibujan en el vacío. Si tú, aún tienes cosas por aprender de está, está que tiene 23, que con ojos vidriosos mira al futuro: siempre adelante, sin detenerse a mirar atrás, mas que para ver sus errores y no repetirlos. Está, que desea fervientemente -con todos sus defectos, a veces paranoica, tonta o melodrámatica y, con sus cualidades: cariñosa, simpática y emprendedora- ser reconocida, progresar y ganarle a los fantasmas que le niegan sonreír. Tú, si tú no estas en sus planes, porque no encajas -a menos que cambie, dudo que sea así- porque la vida sigue y tú sólo te detienes en el pasado que fue, pasado que nunca va a volver.

viernes, 17 de octubre de 2008

Las vaquitas bailarinas

Y si, ya es hora de que las vaquitas comiencen a ingresar al corral, si, así - como siempre- amontonadas, apretujadas y bailando al compás de un "dale, dale Candela". "No, esperen, tienen que pagar entrada", dice un toro robusto y poco simpático. Las vaquitas mueven sus cabecitas de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, mientras mugen "mu, mu". Un humo hediondo inunda el ambiente y las lucesitas de colores contornean las figuras de toros y vaquitas de todos los tamaños, colores y sabores. Si, las vaquitas bailan "vamos, bailen", "vaquitas tomen". ¿Están siento manipuladas?, parece que sí, pero ¿por quién?: la masa. Aunque no lo crean ese es típico comportamiendo en el interior de un boliche, todos hacemos lo mismo: ridículo. Es decir, las personas creen tener el poder de elección en sus manos, pero en realidad una masa amorfa ya ha decidido por ellos. Las decisiones ya no son nuestras, están siendo manipuladas por entes ficticios, pero reales. Esto nos trajo la posmodernidad - entre otras cosas, además de la hibridez en todos los ámbitos-. Así es como nos comportamos -y como dejamos que nos traten-, ¡vacas, vacas somos!.

lunes, 6 de octubre de 2008

La soledad hace feliz

Desde hace semanas que no escribo, la razón, no lo se, pero dicen por allí -lo he leído-, que a veces la musa inspiradora se toma vacaciones. Y sí, la mía si que se la tomo en serio. Este fin de semana lejos de casa, con el verde a mi alrededor, las montañas, el cálido abrazo del sol -fue más un cachetada de quemazón-, el aire frío, me demostraron que aún estando sola uno puede ser feliz: ¡disfrute mi soledad!, cosa que antes no podía.

Experiencias como está, me hacen pensar que aún no he vivido nada y que tengo tantas cosas por aprender... Quizás, lo que más me extraño es que realmente me sentí a gusto y no quería salir de ese estado de soledad, luche contra mi voluntad, me resistí, pero la realidad cruda, rutinaria y monótona llegó nuevamente a mí. "Por que nada es para siempre", así dice la canción, pero lo que nunca considero esta canción es que el recuerdo trae felicidad. Descubrí que existen realidades distintas para mí, realidades que a veces hacen mucho más feliz o feliz -si eres un infeliz-, caminos diferentes a los que siempre venía apostando, deje de lado la energía del amor para darme un paseo por los senderos de la estima, el conocimiento y la gratificación personal. Sirvió y mucho más de los que pensé.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Hoy elevó mi copa y brindo...

Ayer fue el día en el que mis temores se confirmaron: él me dejó, afirmando querer tener tiempo para pensar -en que, no se-. Nuevamente en mi corazón llaga la herida recientemente abierta, las lágrimas cayeron precipitosamente por mi rostro, la angustia fue muy grande y en el pecho sentí un dolor muy grande...
Pero hoy siento fuerza y, a pesar de que sola he quedado, no estoy triste y está noche elevaré mi copa y brindaré por él, por nosotros:
Brindaré por los lugares que no conocimos y por las velas de noche que no encendimos.
Brindaré por noches que no dormimos y charlas que no tuvimos.
Brindaré por los aromas y caricias que nunca sentimos.
Brindaré por los besos que no nos dimos y por las pasiones que no vivimos.
Brindaré porque a pesar de todo, él me ayudó a conocerme, a interiorizarme conmigo misma y tratar de crecer como persona.
Brindaré porque me enseñó que puedo ser querida y amada y, además que en el sexo se puede sentir amor y cariño (algo que nunca había sentido).
Brindaré porque a pesar de las diferencias, las disputas y los conflictos sigo apostando a la relación.
Brindaré porque yo estoy dipuesta a luchar por los dos -con su apoyo, claro-.
Brindaré porque lo quiero y no lo olvidaré, si no vuelve.
Y luego de haber brindado romperé mi copa con una sonrisa en mi cara, en memoria de nuestro amor, porque no hay motivo para estar tristes porque como dice una famosa canción: "no fue falta de amor, lo que falto fue suerte".

jueves, 28 de agosto de 2008

Ellos: Agua y Aceite

Ellos son agua y aceite, personas totalmente diferentes. Él es un tanto solitario, introvertido y desconfiado: Agua. Ella, sociable, extrovertida y confiada: Aceite. Sin embargo y a pesar de todo, están intentando entenderse, de compartir eso que llama cariño, afecto, apuestan a mezclar aceite y agua, por más que la naturaleza dice que son indisolubles por su composición molecular, ellos aún insisten en mezclar...
Pero como en el amor y en las ciencias sociales no hay absolutos, tal vez puede que funcionen, porque como dice la teoría magnética:"los opuestos se atraen". Y sí, hasta momento ellos se atraen, se gustan y disfrutan estar y compartir cosas juntos. A veces, uno de ellos siente que sus diferencias superan las semejanzas y, que la historia ya no puede seguir, es en ese, en ese momento cuando los recuerdos de los buenos momentos comienzan a invadir su cabeza y la decisión no tiene durabilidad en el tiempo. El fin, ¡cuanta razón tiene la teoría magnética!, si se atraen los opuestos, en el amor agua y aceite pueden mezclarse y funcionar.

domingo, 10 de agosto de 2008

Hechizada

Tal vez ella no pensó, pero cada día se siente más hechizada por esos ojos marrones, grandes y profundos que la miran con tal ternura... Se le hace difícil detener la oleada de cariño que él le produce en el corazón y, que de a poco le invaden buscando un lugar privilegiado. Sí, él, un tanto peleador y contrera, sí, él el tierno, sensible y cariñoso, él la va hechizando y conquistando con un polvo invisible: Amor. Un polvo tímido, pero al mismo tiempo audaz, porque el se arriesga a vivir con ella, se juega a compartir cosas y a involucrarse, a pesar de que él diga: "no vale enamorarse", lo que él más desea es ser querido, aceptado y adorado. Es un polvo mágico y transperente, porque cada vez que lo ve le rocea encantamientos en pequeñas dosis, pequeñas, pero ¡qué eficaces!.

viernes, 25 de julio de 2008

Él

Quizás el destino quizo que él y yo nos encontrarmos. Sola, abatida y triste me sentía cuando a él conocí. De piel blanca, ojos grandes y marrones, cabello corto y enrulado, así es él. Aún recuerdo ese viernes invernal caluroso (poco usual para la época) que lo conocí, los nervios que tenía me obligaban a comerme las uñas, no paraba de preguntarme si tal vez le caería bien y cada dos segundos miraba mi aspecto y pensaba: "estoy bien, esta todo bien y en su lugar". Cuando le vi, me regaló una sonrira entre tímida y pícara y un beso en la mejilla: así empezó todo. No entendía bien si nuestro encuentro era una cita, pero pronto lo supe. Para mi sorpresa en la mitad de nuestra conversación él me plasmó un beso en la boca, ¡Oh, si que lo recuerdo!, porque él fue -y aún lo es- el que con su sensiblilidad y ternura cautivó mi corazón herido, allí, con sus besos y caricias suaves.
Poco a poco, él comenzó a ganarse mi cariño, porque él no es como lo demás (espero no equivocarme), pero sus ojos me lo confirman, la profundidad y brillantez de sus ojos evidencian eso que en pocas personas vi: el alma. Sus besos suaves e intensos me hacen sentir que esto, lo que vivimos, no es mentira que es real. Sus abrazos son especiales, porque no sólo me dan contención sino también afecto y cariño. Porque él es como dice la canción de Arjona "La mujer que no soñé" y lo adecuo a mi caso: él es el hombre que nunca soñé jamás, he venido a parar con hombre que no soñé jamás, pero nunca fuí tan FELIZ (...)"

lunes, 21 de julio de 2008

Esa Vidriera

Llega la noche de sábado y ella no sabe que ponerse, tiene que estar hermosa. Revuelve la habitación "donde está la remera con rayas de colores", se repite para sí.
Y si, la función empieza a las 00.00, cuando las luces de colores se prenden, la vidriera se limpia, el humo se prepara para descargar su humedad y mal olor, y la música "punchi- punchi" se comienza a escuchar. Pronto va a llegar la mercadería: mujeres y hombres de todo tamaño, edades y colores, cuáles más elegantes llegan a exponerse y a modelar en la pasarela de la vidriera. Así es como veo los boliches, una gran vidriera, en donde todos los que vamos mostranos nuestra mejor parte, porque allí todo pasa por lo físico. La selección es rigurosa, recuerda que tienes que entrar en los cánones de belleza, sino olvidate de que podrás ser elegida/o. Los jurados somos todos, porque allí todos elegimos. Es lamentable que este tipos de lugares que deberían ser de diversión, entretenimiento y esparcimiento, sean reducidos a una gran vidriera fría en donde cada uno va a mostrar su carne, como si uno fuese una mercancía.
¿A tanto hemos llegado qué separamos cuerpo de esencia y optamos por lo de afuera?. Tarde comprendí que las personas no se quieren por lo que son por fuera, sino porque lo que guardan en el corazón. Si algo aprendí en mi corta vida es que no existen personas feas, ni lindas, sino que todo depende de gustos, allí está la clave.

sábado, 19 de julio de 2008

Milagros, mi amiga

De cabello castaño claro y ondulado; ojos cafés, grandes y brillantes, de sonrisa contagiosa: Milagros, mi amiga.
El azar, tal vez, o la vida nos encontró hace más de dos años y medio (cómo pasó el tiempo), en los pasillos de esa –para muchos “fucking” facultad-.Aún recuerdo cuando la “Yegua” nos presentó “Ro, ella es mili. Es nueva, cursaba la misma carrera que nosotras, pero en la UNT” dijo. Un tanto tímida, la mili (así se la bautizó en imaginario estudiantil), me regaló una sonrisa y un beso, pero lo que yo no sabía es que me estaba dado la bienvenida a su vida, porque desde ese momento comenzamos a ser in-se-pa-ra-bles (si, lo que acabó de hacer es un insulto a la Real Academia, la ocasión lo requiere).
Gitana era la cita obligatoria de cada fin de semana, teníamos asistencia perfecta (ahora nos cansamos, por eso no vamos mucho). De vez en cuando – y cuando el bolsillo lo permitía- Lancaster era uno de los tantos testigos de la amistad que aún hoy compartimos, para que hablar de las fiestas, juntadas sin sentido, excusas que siempre inventábamos para estar juntas y chusmear a lengua suelta todo nuestro entorno, ¿recuerdas?, nadie se salvaba, ni se salva. Poco a poco nuestra amistad fue creciendo y pasó de un sentimiento a una admiración tan grande que apenas cabe en mi pecho, es algo intenso que realmente no puedo explicar, porque el te quiero queda corto, vacío, efímero. Es inexplicable.
Y porque como todas las relaciones sociales, esta, la nuestra, siempre está siendo alimentada por ambos lados. Porque la amistad se la hace compartiendo y de compartir nuestra amistad tiene mucho, allí radica la clave para que funcioné, cuantas veces estuve triste, alegre, paranoica, melodramática, nunca me dejaste a mi suerte, tu oreja estuvo para escucharme. Hace poco pensaba en que te podía regalar, sinceramente, nada material podría expresar lo que yo siento por vos amiga. Además, y finalizando, los días del amigo lamentablemente son necesarios
–a pesar de que es simplemente un día y la amistad se construye de muchos: proceso. Aparte, este día fue creado para aumentar las arcas de los sucios y marketineros comerciantes- porque es el momento donde uno hace un balance y valora el cariño, afecto, sentimiento de los amigos, los momentos compartidos y demás. Por todo esto y por mucho más que no recuerdo ahora, AMIGAS como vos no hay muchas.
Recordá siempre que sos una mina llena de tesoros, sos la Alumbrera entera, una amiga de oro que siempre quisiera conservar.
¡Féliz Día, amiga!

jueves, 17 de julio de 2008

Obesidad: Una epidemia del siglo XXI

Está sentado solo. Su cara expresa alegría; sus ojos pequeños brillan, ante la deliciosa comida que tiene frente a sí: hamburguesa con papas fritas es el menú. Se dispone a comer. La hamburguesa con queso rebosa mostaza, mayonesa y ketchup. Un gran vaso reposa sobre la bandeja y contiene la bebida azucarada más famosa: Coca-Cola.

Hace muchos años, con Botero como testigo, la gordura era una moda instalada y era sinónimo de status. A mediados del siglo pasado, ser gordo era igual a estar sano. Las abuelitas repetían, apretando los cachetes de sus nietos: “¡Que lindo mi nieto!, está grande y gordo”. En la actualidad el concepto ha cambiado, la obesidad es considerada una enfermedad crónica. Se caracteriza por un exceso de grasa, que, a su vez, se traduce en un aumento del peso corporal.

La obesidad genera problemas de salud, no sólo a nivel orgánico -como fatiga en los ejercicios, estreñimiento o algunos trastornos ortopédicos-, sino también en el aspecto psicológico. En los últimos años el incremento de obesos a nivel mundial es alarmante más de 300 millones de adultos de todo el mundo tienen sobrepeso. En EE.UU. el 33% de la población es obesa y en Europa el 20% del total, son rollizos. Esto permite predecir que en un futuro – no muy lejano-, la obesidad se convertirá en la epidemia del siglo XXI.

No hay una causa única. En algunos casos se puede atribuir la obesidad a la influencia genética, pero este no es un factor determinante para que la aguja de la balanza se dispare, sino que se combina con otros. El abandono repentino de toda actividad física repercute en el cuerpo y, en general, se puede afirmar que el sedentarismo como modo de vida ha aumentado de forma rápida y se traduce en kilos de más. A esto hay que agregarle el estilo de vida que tiende a suprimir cualquier tipo de actividad física (uso de autobús, ascensores, teléfono, entre otros).

La cultura del ocio también tiene una relación directa en el aumento de peso, en muchas ocasiones se dedica el tiempo a "salir a comer". La comida deja de ser una necesidad para convertirse en un placer.

La doctora Alejandra Rigoud afirma: “la obesidad se debe a que la gente, por lo general, no realizar actividad física y tiene malos hábitos alimenticios. Todos mis pacientes tienen una dieta distinta, primero les doy un cuestionario y en base a eso hago la dieta según las preferencias y gustos de cada uno”.

El psicólogo Mariano Carcanella argumenta: “la identidad de la personas obesas está atravesada por el 'ser gordo', adjetivo que estigmatiza y condiciona toda sus acciones (afectivas, sexuales, laborales). Estos aspectos negativos provocan una dura autocrítica y mayor ansiedad que, a su vez, generan actitudes patológicas frente a la comida (ingesta voraz, comer de forma compulsiva, entre otras)”.

Según el especialista, otras consecuencias que puede provocar esta enfermedad son la depresión o conductas antisociales (agresividad, retraimiento, entre otras). Estos aspectos negativos refuerzan a la persona que no se quiere ser. Crea en su mente una visión de engaño que se percibe sin salida, en la que la preocupación por el “comer o no” ocupa gran parte de su energía y lo lleva a no poder construir otro sentido de la vida.

Socialmente, se culpa a la persona de ser obesa. Esta enfermedad es considerada como un acto voluntario, y por eso se descalifica al individuo que la padece. Pero lo más grave es que
aquel que la sufre se auto-excluye por sentirse un ser devaluado. Establece relaciones con los otros desde un lugar desigual por su baja autoestima, con una imagen corporal menospreciada y sintiéndose incapaz hasta de continuar una dieta.

Esos rollitos

Se toca la panza, mira con desilusión esos rollitos que aún no puede bajar…Carolina entra al consultorio de Alejandra Rigoud, su nutricionista. Sus ojos brillan y en su cara se expresa la amargura: “No he bajado nada”. La muchacha, es una estudiante de Diseño Gráfico, tiene 27 años y asiste periódicamente al nutricionista. Si bien no es gorda, tiene tendencia a aumentar de peso cuando no se cuida en las comidas, o suspende la actividad física. “Sufro a veces porque no puedo comer pastas. Son mi debilidad, pero soy consciente de que engordan bastante”.

Al igual que Caro, entre el 55 y el 60% de la población Argentina sufre problemas de sobrepeso u obesidad, mientras que el número de muertes como consecuencia de este mal es de 30 mil personas al año. Es por eso que el doctor Cormillot presentó al gobierno nacional un Plan de Alimentación, en donde se incluyen campañas de promoción para tratar de concientizar sobre las consecuencias de esta enfermedad.

El doctor Cormillot afirma, en su página oficial: "la obesidad es un problema social, pero no está contemplado como tal por las obras sociales. Por eso, para combatirla es necesario atacar varios frentes a la vez: hay que desarrollar una política deportiva, una política de educación en las escuelas y educar a la sociedad. Se debe trabajar en conjunto".

Recientemente, se solicitó al Congreso de la Nación una ley que eleve la obesidad al rango de enfermedad para incluirla en el plan médico de obras sociales y prepagas. Pese a la repercusión del abrazo simbólico, aún los manifestantes no han recibido una respuesta.
La gravedad de la situación hizo que la Legislatura aprobará en Tucumán (diciembre del 2006), un proyecto de ley que incluya en el sistema público y en el Subsidio de Salud la curación y la prevención del mal. A partir de esta norma se le asigna carácter de política pública al tratamiento y prevención de la patología.

Según los datos aportados por La Gaceta, se estima que un 50 % de la población tucumana tiene sobrepeso, y que el 20 % es obesa. Se calcula que hay 140.000 obesos en Tucumán; y de ese porcentaje, hay un mínimo con obesidad mórbida. A partir de esta ley, la población sería cobijada, no sólo para revertir la situación de este 70% de personas con sobrepeso, sino que también ayudaría a prevenir el crecimiento de la enfermedad.

Dos caras de la misma moneda: el gordo mental y el gordo externo

Entra temerosa a la sala ubicada en Congreso 735. Son las 21, de un lunes. Una larga fila de personas rollizas, la espera. Se pregunta para que hacen esa fila, pronto sus dudas se confirman: todos se están pesando. Aguarda impaciente su turno, sabe que es necesario dar ese paso. Al llegar a la base de la balanza, titubea, respira hondo y piensa para sí: “Es hora, tienes que tener fuerza”. La aguja se dispara, y va a parar al número 90. Mira sin sorpresa y luego se retira. Un círculo de gorditos la espera.

En el centro se encuentra un hombre que cuenta su experiencia y da la bienvenida. “Hace 11 años pesaba 115 kilos. Desde entonces bajé 25 kilos y logré mantener mi peso ideal. La clave fue trabajar el problema alimentario y el mental”. El es Jorge Correa representante de la Asociación de Lucha contra la Obesidad (ALCO), de Tucumán.

Al igual que él, todos los presentes tienen algo en común: la obesidad que quieren vencer.
La Fundación ALCO es una institución de autoayuda que brinda apoyo a personas con obesidad, desórdenes de la alimentación, abuso de sustancias y problemas emocionales.

“Dentro de un obeso se esconden dos personas: el gordo externo y el gordo mental. Para lograr bajar de peso y mantener una vida saludable, es necesario combatir y eliminar a los dos”, remarca Correa.

El mayor desafío que deben enfrentar los gorditos, es resistir la tentación que ofrecen los patios de comida rápida, en donde se ofrecen comidas ricas en calorías. A esto hay que sumarle las promesas de dietas rápidas y las píldoras milagrosas, formas tramposas de bajar de peso.

Las primeras tienen el efecto de rebote, porque si bien la persona baja de peso, el organismo queda deficiente nutricionalmente. Una vez suspendida las pastillas, el individuo empieza a incrementar su peso nuevamente. En el caso de las dietas de fantasías, como las del plátano o manzana, no son recomendables porque no tienen todos los nutrientes.

Es por eso que la institución proporciona a sus pacientes una dieta equilibrada (que incluye frutas verduras, carnes rojas, entre otros) y actividad física. ALCO trata de mejorar no sólo la salud física, sino también emocional y la calidad de vida, generando una armonía y equilibrio entre cuerpo y alma.


“Mamá, mirá cómo come este gordo”, exclama una niña

De cabello corto, enrulado y gris. Detrás de los anteojos, sus ojos pequeños expresan tristeza. Mueve sus manos al hablar, su tono de voz está entrecortado y se intercala con prolongados silencios…El es José Luis Cañote Ríos, licenciado en Sociología y magíster en Teología.

El experto afirma que existen prejuicios no sólo en el ámbito afectivo, sino que también a nivel laboral. Con respecto a lo afectivo: “Existe en la actualidad un modelo de belleza masculino y femenino que es light. Esta concepción se encuentra interiorizada en las personas con sobrepeso, quienes se sienten que no entran dentro de los cánones y se autoexcluyen”, dice Cañote.

“En el aspecto laboral, a las personas que sufren de obesidad se le exige un nivel de excelencia por arriba de quienes no padecen este mal”.

El especialista asevera que en esta sociedad se disocia la imagen de la identidad, es decir, se separa una de otra. “Es allí donde radica el prejuicio”. Y es así que, para quienes sufren de obesidad, una misma historia se repite. Indefinidamente. En una mesa cualquiera, en un patio de comidas anónimo, un hombre se dispone a comer. Su cara expresa alegría; sus ojos pequeños brillan, ante la deliciosa comida que tiene frente a sí. La voz risueña de una nena corta el aire: “Mamá, mirá cómo come ese gordo”. El hombre se detiene y la mira con tristeza; sus ojos pequeños se han opacado un poco. Luego, se dispone a comer la hamburguesa que rebosa queso, mostaza, mayonesa y ketchup. Un gran vaso reposa sobre la bandeja y contiene la bebida más famosa: Coca Cola, de la común, la azucarada.

Aurora

"Hola don lalo, ¿cómo está?, dice ella. A lo que él responde con una sonrisa y una brillantez en los ojos: "aquí estoy con Aurora, está tremenda, ya me comió tres tortillas y va por más" afirma mientras la perra con su largo hocico olfatea las tortillas y trata de arrebatarle la bolsa con unas de sus patas. Le ladra, lo revolotea y salta.
De orejas grandes, ojos marrones, hocico largo, cola escurridiza y larga, de color indefinido (beige y marrón): Aurora, es una perra que hace dos meses abandonaron en la esquina de Lalo. Con la bondad que le caracteriza el "turco" la acogió, pero aún no es parte de la familia, dado que hay otro perro en casa: Junior, un cocker feo, creído y mal criado.
Y sí, es una perra callejera, algunos dicen-y lo confirmó- que son los perros más fieles y protectores, Aurora es así, adora a Lalo. Es tan lindo verles juntos, cuando él sale de su casa y ella lo ve, comienza a ladrarle "guau, guau" y a mover rítmicamente su cola de izquierda a derecha, salta de un lado a otro, su alegría es inmesa. A veces, cuando ella sale de su hogar, que se encuentra a unas casas de la de Lalo, puede mirarla dormir la siesta bajo la sombra de un árbol, duerme como si estuviera acostada en el mejor somier.
Una lástima que una perra tan buena, dócil, fiel y protectora no tenga el calor de un hogar, una familia que la mime. Ella la habría adoptado, pero no puede...Sólo espera encontrarle un hogar pronto para está dulce perrita.


sábado, 12 de julio de 2008

Los tuquitos de mi niñez

De pequeña solía visitar a mi tía que vive en el Campo, un lugar apartado de la cuidad cerca de León Rouges, tres kilómetros adentro. Adoraba sentarme en las noches de verano en su patio de enfrente a contemplar las plantas, los sapos come bichos que se encontraban cerca los lámparones instalados en el centro del jardín, con la esperanza de comer una gran de cantidad de bichitos. La casa está rodeada de arboles grandes y frondosos, con muchos más años que yo, pero algo me llamaba la atención, "¿qué son?": las luciérnagas o vulgarmente llamadas Tucu- Tucu o tuquitos. Podía quedarme horas contemplando sus lucecitas, mientras me preguntaba: "¿cómo era posible aquel fenómeno?". Los tuquitos son pequeños bichitos luminosos, que en la noche parecen miles de estrellas que se mueven, pero a diferencia a ellas, estos bichitos duran un día, si, leíste bien un día y mientras viven tienen luz, sólo que durante el día no se logra idenficarlas por la luz solar. Allí fue cuando pensé "¿qué pasaría si sólo vivierás un día?", difícil pregunta. Pero mi respuesta sería simple, quisiera quedarme sendaba allí en ese patio, en el patio de mi infancia, contemplando este bello paisaje de la naturaleza, mientras un viento tímido, pero atrevido roza mi cara, levanta mis cabellos y eriza mi piel. Mientras mundos desconocidos se mueven entre las sombras de los arboles, mundo que por miedo nunca logré conocer, sólo me limitaría a quedarme dormida sentada, pero hay un detalle, mi cara reflejaría una sonrisa, porque así, si valdría la pena tener un vida tan efímera, vida corta, pero intensa.

domingo, 6 de julio de 2008

Cuando el recuerdo enamora

"Sigues enamorada de él. Más bien de su recuerdo, él ya no está en tu corazón. Son los recuerdos de su relación los que no te dejan olvidarlo", dice Gloria. Cuanta razón tiene su amiga piensa, "sólo amo su recuerdo, lo que el fue". A veces piensa en llamarlo, y en ocasiones le llama con la esperanza de que vuelva a ser el mismo que en algún momento fue, pero su aire indiferente y frío le demuestran una realidad diferente. Allí es cuando cae en la cuenta en lo que está viviendo, y si, le cuesta vivir fuera de esa ilusión, una ilusión que tan cómoda la tenía. Se siente vacía, sola y sin ganas de darse una oportunidad para volver a sentir, pensar y vivir esa ilusión, esa actitud sólo tiene un nombre: miedo. Miedo a fracasar nuevamente, a que las cosas no funcionen, miedo a que le rompan el corazón en miles de pedazos y a quedar como idiota enganchada en lo que no fue. Tal vez no lo olvida, porque el fue unos de los pocos que la valoró y respeto, tal vez ahora está dolida, pero pronto sus heridas sanarán, y volverá a darse esa oportunidad.

miércoles, 25 de junio de 2008

Eres el fruto prohibido: manzana

No lo sabes, pero eres tú la manzana jugosa, de estructura firme y aterciopelada que no puedo comer. Producto de una flor globosa, blanca y estriada de rosa.
El fruto prohibido, dulce, rojo, grande y apetitoso.
Alguna vez en la vida logre degustar el sabor de la creación: tu boca.
Esa boca carnosa, colorada, de rasgos definidos, que incita al pecado y a la perdición.
Nada importa cuando en presencia de ella estoy, aunque esto signifique un pase directo al infierno…
Prohibida por que no la puedo besar, rozar, tocar, ni siquiera mirar. El sólo hecho de impedírmelo me hace desearla más.
Un deseo que no solo causa placer, sino también dolor, angustia y muchas lágrimas al no poder tenerla.

miércoles, 18 de junio de 2008

Un paseo por la cuidad

Son muchas las personas que hacen cola para subir al último ómnibus del día, algunos son conscientes de que tendrán que buscar otro medio transporte para llegar a sus casas, dado que los coches están atestados de gente, parecen sardinas enlatadas, la única diferencia está en que el contenido se mueve. Mirado desde atrás los coches se menean de un lado para el otro, pareciera que en cualquier momento se va desplomar sobre derecha o izquierda, pero no, sigue avanzando despacio dejando a los pasajeros en sus repectivos destinos.
Son las 22.15, pero parece que son las 1. La cuidad está desierta, todos los negocios han cerrado a las 21.30 y el movimiento habitual de cada jornada ha sido interrumpido por la falta de gasoil. Camina despacio las diez cuadras que la separan de su casa, mira a su alrededor, las grandes colas han desaparecido, sólo los desafortunados y despistados quedan en las paradas, aún con la esperanza de que un fantasmal colectivo pase a recogerlos. Los taxis han proliferado (quizás no, pero la falta de colectivos afecta su apreciación) y bajan por la calle jujuy a gran velocidad, tal vez con la intención de aprovechar el infortunio de algunas personas en su favor. Sumado a esto, el fresco viento invernal invita al encierro y al calor hogareño.
En la mitad de la caminata obligada, logra divisar un ónmibus parado: se quedó sin gasoil. Recorre las oscuras cuadras arboladas sin la menor preocupación, cuando en Jujuy y Lavalle logra observar una mujer que lleva en sus brazos un niño de pocos meses. Su cara se desfigura y se dice para sí: "¡Pobre mujer, qué acaso no ve los noticieros!".
El cielo está depejado de nubes y cubierto de estrellas, el azul marino contrasta con su brillantez y es una noche muy fría, aún son las 22.30 y la cuidad está sola.

domingo, 15 de junio de 2008

Los Misterios del Amor

Él la mira tiernamente, roza sus cabellos castaños oscuros y besa su mejilla rosada. Ella se siente tan feliz, contenida y cuidada. Cuando él besa sus labios rojos, delgados, suaves y cálidos, ella siente que su mente se sumerge en una paz y una dicha jamás experimentadas; el corazón late al compás de la canción que él tanto ama: “Lluvia de noviembre”, de los Guns and Roses. Desde lejos, se les ve quererse. Sus manos entrelazadas, sus miradas y caricias lo dicen todo; las palabras, entre ellos, están de más. Pero pasan varias semanas y ella, poco a poco, comienza a darse cuenta de que la realidad que vive es falsa, inexistente, transitoria, manipulada y calculada. Todo ha cambiado: él no es el mismo. Con su aire indiferente, la ignoraba empapado en una frialdad que aún no puede explicarle y, de a poco, la ha ido desplazando de su vida, hasta olvidarla por completo.

El fantasma del vacío le invade nuevamente el corazón; las lágrimas caen, precipitosamente, sobre sus mejillas como el rocío escurridizo de la mañana; su cara se desfigura y, en su corazón, yaga la herida recientemente abierta. ¡Oh, cuánta razón tenían los Guns! No se equivocaban en aquella canción: “Porque nada dura para siempre y los dos sabemos que los corazones pueden cambiar, en la fría lluvia de noviembre”. El amor duele, le duele. Él no está y sola ha quedado. Sólo tiene el recuerdo, el recuerdo de ese chico alto y delgado, sumiso. Ese chico un tanto desconfiado, tímido, morocho y divertido. El que consentía todos sus caprichos (o la mayoría de ellos); el que, con sólo un abrazo, podía hacerle creer, en un instante, que estaba en el cielo; el que, con sus caricias, le erizaba la piel hasta que sentía escalofríos; el único a quien, con sus detalles, ella quiso con intensidad. Sólo queda ese recuerdo reverso y feliz, que le causa innumerables sentimientos: nostalgia, angustia, dolor, bronca, impotencia. Y, a la vez, esa pregunta que nunca tendrá repuesta: ¿él la quiso, en algún momento? Sólo él lo sabe.

Ella espera que el no la olvide, porque a pesar de que no funcionó, ella está segura que el la marco, ¿porqué?, porque a su manera le enseño muchas cosas de sí misma. Puede ser valorada y respetada como mujer por otras personas y más que celosa es insegura y desconfiada; que el amor se hace de dos, sin esas dos partes nunca funcionaría. Que hay que disfrutar de las pequeñas cosas y que el compartir es primordial en todas las relaciones sociales. “Nunca pienses que el envase es lo importa sino que el contenido, tu alma, tu esencia es la que determina todo en ti” le dijo.

Hoy ella está dolida, pero pronto sanará su corazón herido y volverá –con algo de dificultad- a creer en alguien. Pero hasta eso pasará mucho, demasiado tiempo en soledad, esperando al que con su amor derrita el hielo que hay en el corazón y borre todas las desdichas causadas por el desamor. “Todo el mundo necesita a alguien, no eres la única, no eres la única”, y así termina no sólo la canción sino, está ficticia historia de amor.

sábado, 14 de junio de 2008

Ella y su amor: el solitario

Ella no puede esperar verlo, su corazón late rápidamente toc, tic, toc. El automóvil estaciona, allí está él. En su cara se dibuja una sonrisa tonta, el cuerpo le tiembla, pero debe controlarse. Es él, a pesar del tiempo no ha cambiado nada, sigue siendo el flaco de tez blanca como el papel, ojos color cafés y cabello corto enrulado, un poco descuidado, más que lo acostumbrado. Su cara no expresa demasiado, parece indiferente y distante. Para ser sinceros, no era este el encuentro que ella esperaba, aún así, no puede evitar mirarle con amor y ternura. Al sentir su beso frío en la mejilla, la realidad ante ella cae y es tan triste…Quiere llorar, pero no puede, interiormente se repite a sí misma es tu amor: el solitario

Lo ama en secreto –y no tan secreto, él lo sabe-, es difícil para ella mirarle con indiferencia. Aún no sabe como sucedió, pero sí, de el se enamoró. Se fue lejos para olvidarlo, pero no funcionó. En diferentes brazos (algunos apasionados y cariñosos, otros fríos y un tanto descorazonados) se ha cobijado, sin lograr con éxito su cometido. Probó no hablarlo, alejarse, no verlo, pero no, no: todo ha sido en vano. Él sigue implacable e imponente en su cabeza y especialmente en su corazón. Sigue allí, como el primer día en que lo conoció. Las noches son testigos de su amor oculto, ese amor que tantas lágrimas le han costado.

Hay todo tipo de amor: el imposible (muy emparentado con el solitario), el duradero y sincero, el platónico y, por último, el solitario. Este amor es muy particular dado que, sólo tiene un participante que ama, siente y vive por dos. Se ilusiona con convertirse en un amor verdadero, pero en realidad se alimenta de ilusiones vacías y absurdas. Es un amor triste (todos los amores lo son, pero este mucho más), que te va rompiendo de a poco el corazón y las fantasías… Mientras las ideas y pensamientos negativos invaden la cabeza. ¿Cómo se zafa?, aún no ha encontrado la respuesta, sólo sabe que su amor es el de lo peores, el solitario y quizás el que más duele al no tener a la persona amada.