lunes, 6 de octubre de 2008

La soledad hace feliz

Desde hace semanas que no escribo, la razón, no lo se, pero dicen por allí -lo he leído-, que a veces la musa inspiradora se toma vacaciones. Y sí, la mía si que se la tomo en serio. Este fin de semana lejos de casa, con el verde a mi alrededor, las montañas, el cálido abrazo del sol -fue más un cachetada de quemazón-, el aire frío, me demostraron que aún estando sola uno puede ser feliz: ¡disfrute mi soledad!, cosa que antes no podía.

Experiencias como está, me hacen pensar que aún no he vivido nada y que tengo tantas cosas por aprender... Quizás, lo que más me extraño es que realmente me sentí a gusto y no quería salir de ese estado de soledad, luche contra mi voluntad, me resistí, pero la realidad cruda, rutinaria y monótona llegó nuevamente a mí. "Por que nada es para siempre", así dice la canción, pero lo que nunca considero esta canción es que el recuerdo trae felicidad. Descubrí que existen realidades distintas para mí, realidades que a veces hacen mucho más feliz o feliz -si eres un infeliz-, caminos diferentes a los que siempre venía apostando, deje de lado la energía del amor para darme un paseo por los senderos de la estima, el conocimiento y la gratificación personal. Sirvió y mucho más de los que pensé.

1 comentario:

Planeta Lilliput dijo...

Me alegro mucho de que hayas vuelto a estar a gusto con tu soledad. :) De tanto en tanto, está bueno replegarse sobre uno mismo para analizar la propia vida, los propios logros y ambiciones. Me gustó el post: muy introspectivo. ¡Y por fin actualizás, che!