martes, 17 de noviembre de 2009

¡Estoy de vuelta!

Hace meses que no escribo, anduve ocupada en el mundo real, pero estoy de nuevo después de más de ocho meses de ausencia. Tuve tristezas y alegrías que por egoísta no compartí con ustedes. Estoy sufriendo el desamor, por ahora se hace difícil controlar mi sufrimiento, pero al menos lo intento. Hoy me levanté con una nostalgia e inquietud por un sueño -mejor dicho una pesadilla- con mi ex, prendí la maquina y comencé a navegar por la webs. Encontré algo que me llamó la atención, de una autoría desconocida para mí: Subcomandante Marcos, que escribió Instrucciones para olvidar y recordar, así empieza...
Sáquese despacio ese amor que le duele al respirar. Sacúdalo un poco para que despierte. Lávelo con cuidado, que no quede ni una sola impureza. Limpio y oloroso proceda a doblarlo tantas veces como sea necesario para tener el tamaño de la uña del dedo gordo del pie derecho. Espere el paso de una hormiga, ser noble y generoso, y pásele la pesada carga. Ella lo llevara a guardar en alguna profunda caverna. Hecho esto, vaya y rellene, por enésima vez, la pipa de tabaco frente al mar de oriente. El olvido llegará conforme se termine el tabaco y el mar se acerque a usted.Si quiere recuperar ese amor que ahora olvida, basta escribir una larga carta hablando de viajes desconocidos, hidras, molinos de viento, oficinas y otros monstruos igualmente terribles. A vuelta de correo tendra su amor tal y como lo envió, acaso con un poco de polvo y sueño en la cubierta…
Ojalá él tenga razón al afirmar esto con su prosa